Ahora que estoy recién llegado de Buenos Aires, en este momento en el que tengo que pensar qué emociones me produce ésta ciudad, llego a la conclusión de que hay muchas similitudes con todas las sensaciones y reacciones que te produciría tu pareja, tu enamorado, tu cómplice.
Con Buenos Aires todo es un tira y afloja, un encuentro y un desencuentro, “quien bien te quiere bien te hará llorar”. En definitiva, la capacidad que tenemos todos de amar. Buenos Aires sería esa pareja perfecta, ya que produce pasiones encontradas. ¡Qué divertido!
La París de Sudamérica
Desde el aeropuerto hasta el obelisco tardaréis una media hora y el taxi rondará los 120 pesos (unos 20 euros). Estamos en la Avenida 9 de Julio. Esta vía de 120 metros de ancho y 2.600 metros de largo es considerada la más ancha del mundo ¡Impresionante!
Tenderás a ir mirando a la altura de los ojos, ya que, ¡qué bellezas! ¡qué guapos en general! También os recomiendo que miréis hacia arriba, a sus edificios, y admiréis su arquitectura con gran influencia francesa. De ahí el apodo de La París de Sudamérica.
En este área se encuentra Corrientes, que es la calle de los teatros. Algo así como la Broadway latina. Les recomiendo el musical Piaf en el Teatro Liceo, y una que me recomendaron y que no pude ver, Más respeto, que soy tu madre.
Por donde vayas, encontrarás parecidos con Barcelona o Madrid. Su origen inmigrante, hace que sus habitantes sean muy amables y cordiales. De toda la oferta extensa para ver bailar tango, saliéndome de lo típicamente turístico, hay un lugar que se llama La Catedral. Es una vieja fábrica abandonada, transformada por sus dueños, artistas bohemios, donde van los porteños a bailar y también algún extranjero atrevido. Da gusto verles moverse, ver como reflejan la sensualidad y pasión que exhala el tango.
En otro lugar, La Marshall (c/ Maipú,444) llegas a ver bailar a dos hombres; lo denominan, entre algo divertido o rayando en la burla, ¡Tango Queer! Conocí al profesor, Marcelo, para que me enseñara lo básico y no montar un numerito. El me ayudó a entender, que incluso estando la pareja integrada por hombres, es algo muy serio y respetable. Siendo muy generoso conmigo, llegué a dar mis pasitos de Tango.
Caminamos por la Recoleta. Barrio elegante, muy francés, hermosa arquitectura y grandes tiendas de su Avenida Alvear: imprescindible para mimarse un poco. Les recomiendo que se tomen un té en el emblemático Hotel Alvear. Y por qué no, solo por visitar, entren en la Casa de Ralph Lauren, que es maravillosa.
Recomiendo visitar, sí o sí, el cementerio donde está la tumba de Evita. Hay visitas guiadas aunque también puedes ir por tu cuenta. Cerquita se encuentra el Museo MALBA, especializado en arte latinoamericano. No es muy grande su colección, pero sí interesante y emblemática. (Av. Figueroa Alcorta, 3415).
El auténtico San Telmo
Quizá el Bs As auténtico se palpa y se siente con mayor exageración, en San Telmo. Alrededor de la Plaza Dorrego se desarrolla la famosa Feria de Antigüedades de San Telmo donde se exponen y venden una gran variedad de objetos antiguos y típicos de la ciudad y del país, como vitrolas, copas de porcelana, cucharitas de plata, ropa y viejas cámaras fotográficas. Cuenta también con la presencia de músicos, cantantes y bailarines de tango creando un aire entretenido y muy porteño. Volviendo al símil, estilo al rastro de Madrid con el toque argentino.
Para almorzar, aquí en San Telmo les recomiendo este sitio, El Desnivel (c/ Defensa, 885). Es un bodegón típico de Bs As, especializado en parrillas y carne argentina. ¡Los argentinos se comen toda la vaca, y cuando digo toda es toda! Qué delicia el bife de chorizo, el vacío, o el asado!
También les recomiendo, La Pentac (Bistrô Francés). Tampoco debéis perderos este restaurante, Moreno. (c/ Moreno) Definen su concepto gastronómico como cocina molecular. Muy interesante. Su Hotel Moreno también lo recomiendo.
Este barrio es caminar, hacerlo entre las calles Defensa y Chile y también por Balcarce y Chile. Hay un sin fin de bares pintorescos, como el Pride Café (Balcarce, 869). Para almorzar, uno de los más típicos y cálidos es el Hipotamo (calle Defensa y Brasil), frente al parque Lezama. Ya puestos, quisimos conocer La Boca, quizás el barrio más fotografiado, donde funcionaba el puerto, de origen inmigrante italiano, con su colorida calle Caminito como reclamo. Hay un paseo muy lindo (como diría un bonaerense) en plena ciudad, la Costanera Sur, data de los años veinte y es perfecto para pasear o hacer footing.
Por la noche fuimos a cenar en el barrio más cool de Bs As, Palermo Soho. Deliciosa velada en un restaurante que fusionan comida autóctona con mediterránea. Se llama Quimbombo. Desde su terraza estás viendo toda la plaza. Otra opción es cenar en el Piazzolla Tango. Increíble lugar de estilo Belle Epoque, con magnífico show de Tango. Hay que reservar con antelación.
Moderneo en Palermo
Los fines de semana hay una feria artesanal y el barrio se transforma. Este sería el Soho Porteño, lleno de tiendas de diseñadores locales y marcando tendencias. ¿Dónde compro yo cuando vengo a Palermo? Lara Bernasconi Shoes and Bags, De La Hóstia, Charlotte Solniki y el super de moda, Key Biscayne con ropa de hombre. Todos diseñadores argentinos y buenísimos.
Ya con ganas de milonga, o sea marcha, fuimos a la discoteca Crobar. Si ya de transeúntes me parecían guapos, arreglados y protegidos por la semi-oscuridad del local, mucho más. Y pegado a Crobar, está Rheo, que es la mejor disco gay de Bs As. Un auténtico tributo a Michael, Madonna y Freddy. Los horarios son muy parecidos a los nuestros: se cena sobre las 21 horas, y antes de la 1 no hay que ir a las discos.
Una de las zonas que hasta ahora más me impresionan por su modernidad, localización y dinamismo, es Puerto Madero. Se trata de un antiguo puerto, réplica de los ingleses como el de Liverpool, a orilla del Rio de la Plata. Si yo fuese porteño, sería el barrio al que más vendría. Sin duda. Aquí tendrás los mejores hoteles como el Faena. Siempre voy por unos tragos al Library Lounge del hotel, que suele tener algún artista en vivo.
O si no, El Clan: los jueves es el mejor lugar de salidas de Buenos Aires. Cena y lounge con gente espectacular hasta las 5 de La mañana. ¡Muy difícil salir solo de este lugar! Otra discoteca excelente es Bahrein (Lavalle, 345), con musicón y super ambientazo. Vale la pena.
Si sois de los que adoran la carne, grandes devotos carnívoros, vuestro templo será Las Lilas. Habéis de probar los famosos helados argentinos, como en Volta y también en Freddo.
Emoción en Plaza de Mayo
Uno de esos días que me levanté tarde, me aconsejaron ir a la Plaza de Mayo y hacer el corto recorrido en metro por la Línea A. Es como un museo, ya que fue el primer metro, construido por los ingleses y mantiene todo su estilo. Nos bajamos en la estación Bolívar, y al ser jueves, vi marchar a las madres de Mayo. Es una experiencia conmovedora.
Me quedé con las ganas de ir a San Antonio de Areco. Es un pueblo maravilloso con tradición ganadera donde nos muestran las tareas que hacen los gauchos. Otro lugar a visitar es Ciudad de Tigre, donde realizaremos un paseo en barco por algunos de los ríos que conforman el delta del Paraná, disfrutando también del atractivo de sus islas, recreos y arroyos. Nadie sabe... pero hay un restaurante que se llama Narbona de cocina rústica uruguaya que es el lugar donde hay que ir. Y si tienes una lancha o barco... almuerzas en El gato Blanco.
Como veis, Bs As da para mucho, mucho y re-mucho. Cada vez que voy sé que la próxima vez me volverá a sorprender gratamente. Me encanta que me sorprendan. Me encanta que me impresionen. Seguro que haréis muy buenos amigos como los que yo tengo allí.
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