Una persona que se exasperaba con frecuencia
por lo que hacían los demás recibió este consejo de un Maestro:
"Cuando
algo te afecta mucho es que aún no te perdonas haber actuado así antes o te ves
reflejado allí.
El otro es tu espejo y no aceptas que estás o
estuviste con la misma ceguera o inconsciencia.
En
el momento que te perdonas y lo asumes, dejas de juzgar y ves al otro con los
ojos del amor.
Ves claro que ese ser está en su proceso y que
hace lo mejor que puede según su evolución espiritual.
No le pidas a un cachorro que cace como mamá
osa, no le pidas a un cactus que te regales manzanas.
Sé
paciente, sé tolerante y di sin cesar: "Lo dejo pasar, no vale la pena.
Sí, no quiero perder mi paz por esto".
¿Qué tal si sigues ese consejo? Cuando estés
mal repite varias veces: "Lo dejo pasar, no vale la pena". Tu paz
vale oro.
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