Solo
basta un minuto para empezar a marcar una diferencia positiva en tu vida y
llevar a Dios de tu lado para alcanzar tus propósitos. Así que levántate y
hazlo.
No te preocupes por cuánto tiempo va a tomar, o si tienes
el tiempo suficiente. Solo comienza ya.
Simplemente deseando y pensando no vas a lograr nada.
Deja de desear y comienza a hacer.
Ninguna excusa vale. Déjate llevar a una acción real y
efectiva.
Disfruta la verdadera riqueza que trae la vida y el
compromiso de tener un propósito.
Comienza a descubrir todo lo que puedes hacer.
Este
es un buen momento y un gran lugar para entrar en acción.
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