Biblia cristiana > Antiguo Testamento
> Libros Proféticos > Isaías > El verdadero ayuno (23:58:1 - 23:58:12)
“¡Proclama a voz en cuello! No te
contengas; alza tu voz como corneta. Denuncia ante mi pueblo su transgresión, y
a la casa de Jacob su pecado.
Pero ellos me consultan cada día, y les
agrada saber mis caminos, como si fuese gente que hubiera obrado con justicia y
que no hubiese dejado el juicio de su Dios. Me piden justos juicios y quieren
acercarse a Dios.
Dicen: ¿Por qué ayunamos, y no hiciste
caso? ¿Por qué afligimos nuestras almas, y no te diste por aludido? “He aquí
que en el día de vuestro ayuno lográis vuestro deseo y explotáis a todos
vuestros trabajadores.
He aquí que vuestros ayunos son ocasión
de contiendas y de riñas, para herir con el puño de perversidad. No podéis
seguir ayunando como ahora, con el objeto de hacer oír vuestra voz en lo alto.
¿Es éste el ayuno que yo escogí: sólo un
día en que el hombre se aflija a sí mismo? ¿Acaso el doblegar la cabeza como junco
y el acostarse sobre cilicio y ceniza es lo que llamáis ayuno y día agradable
para Jehovah?
¿No consiste, más bien, el ayuno que yo
escogí, en desatar las ligaduras de impiedad, en soltar las ataduras del yugo,
en dejar libres a los quebrantados y en romper todo yugo?
¿No consiste en compartir tu pan con el
hambriento y en llevar a tu casa a los pobres sin hogar? ¿No consiste en cubrir
a tu prójimo cuando lo veas desnudo, y en no esconderte de quien es tu propia
carne?
Entonces despuntará tu luz como el alba,
y tu recuperación brotará con rapidez. Tu justicia irá delante de ti, y la
gloria de Jehovah irá a tu retaguardia.
Entonces invocarás, y Jehovah te
escuchará. Clamarás, y él dirá: ¡Aquí estoy! “Si quitas de en medio de ti el
yugo, el acusar con el dedo y el hablar vilezas;
si tu alma provee para el hambriento y
sacias al alma humillada, tu luz irradiará en las tinieblas, y tu oscuridad
será como el mediodía.
Jehovah te guiará siempre y saciará tu
alma en medio de los sequedales. El fortalecerá tus huesos, y serás como un
jardín de regadío y como un manantial de aguas cuyas aguas nunca faltan.
Los tuyos reconstruirán las ruinas
antiguas. Levantarás los cimientos que estaban destruidos de generación en
generación. Y serás llamado reparador de brechas y restaurador de sendas para
habitar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios