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CUANDO FUMAR ES UN PROBLEMA


Técnicas para apagar el humo
Además de los conocidos perjuicios que causa el cigarrillo hay un nuevo enemigo de los fumadores. Se trata de los no fumadores, que poco a poco van ganando terreno en la batalla contra el humo en sitios públicos. De este modo cada vez más oficinas prohíben fumar y los adictos a la nicotina deben someterse a los rincones más oscuros, apartados e incómodos para satisfacer su vicio. Terra le cuenta cómo librarse del cigarrillo y dejar atrás la discriminación en su lugar de trabajo..

Cuando, a finales de los 80, un estudio planteó que la nicotina podía ser peor o más adictiva que la coca y la heroína, medio mundo puso el grito en el cielo. Tanto así, que la cifra, según la cual en el mundo el 45 por ciento de las personas fumaba durante los años 60, empezó a decaer hasta que se llegó a un respetable 19 por ciento en el 2000.

Según Henry García, siquiatra especializado en adicciones, esto llevó a que cada vez más personas empezaran a buscar ayuda y dejaran de ver el cigarrillo como algo sin importancia. Así se definieron unos puntos muy comunes, tanto a la dependencia a la nicotina como a la adicción a las drogas fuertes. Son: la tolerancia, “para tener suficientes efectos me tengo que fumar cada vez más cigarrillos”; la abstinencia, “si no encuentro un cigarrillo acabo con la casa y no dejo que alguien me hable”; frecuencia, “dije que hoy no pasaba de 10 cigarrillos, pero no aguanté” y vida social, “yo no voy a esa casa porque allá no me dejan fumar”.

El cigarrillo ha matado a más personas que el sida, el alcohol y los accidentes de tránsito juntos. Es adictivo y sin embargo aún se vende en las calles. A la hora de dejarlo, la ciencia recomienda que no se diga: “Desde hoy no fumo más”, porque además de que es fácil volver a caer, el mal genio y la angustia pueden enloquecer no sólo al ‘ex fumador’, sino a todos los que lo rodean. Por eso, el primer consejo consiste en buscar ayuda de todos los especialistas posibles.



Acupuntura: limpiar el cuerpo
La adicción al cigarrillo “tiene largo tiempo de evolución y no es de fácil manejo por medio de terapias convencionales. Ahí es donde actúan las agujas”, explica Carlos Arias, médico especializado en acupuntura..

Antes de empezar un tratamiento de este tipo, es prioritario aceptar que se quiere dejar de fumar y no asistir de manera obligatoria. Después de dar ese paso –que no es tan fácil como suena-, se inicia el trabajo con las agujas que tiene como protagonista a las orejas, pues en ellas –dicen- se encuentra la representación de todo el cuerpo. En el caso preciso de la adicción a la nicotina, se trabaja sobre tres lugares especialmente: “Hay un punto antinicótinico en la parte superior externa del pabellón auricular; un punto antiadicción encima del lóbulo, y un punto antiestrés, ubicado en una pequeña fosa de la parte externa de la oreja”, explica Arias.

El especialista añade que “Los pacientes estresados tienden a fumar para aliviar la tensión. Con la acupuntura se les brinda la posibilidad de que manejen su estrés sin necesidad de fumar”. La mayoría de las personas tienen más desarrollado el lado izquierdo del cerebro; desde allí se pueden controlar las adicciones. Es por eso que se ponen más agujas en la oreja izquierda (cuatro) que en la derecha (tres).

Las pequeñas agujas, casi invisibles, se dejan puestas durante una semana hasta la siguiente sesión. A la vez, se trabaja acupuntura durante media hora en lo que se llama puntos de apoyo: las sienes (estrés), el vértice de la cabeza (adicción), y el dorso de la mano. Este último, al ser estimulado, aumenta los niveles de serotonina (neurotransmisor que da sensación de bienestar) y libera endorfinas, que son las encargadas de dar placer al cuerpo, reemplazando así la satisfacción obtenida al fumar.

El riesgo de impotencia es 11 veces mayor.
La función sexual implica la coordinación de numerosas funciones biológicas en el cuerpo.

El tabaquismo aumenta riesgos de impotencia
Los fumadores que sufren de hipertensión arterial tienen 26 veces más posibilidades de sufrir impotencia que los no fumadores, según un estudio presentado en San Francisco (E.U.), durante un congreso de la Sociedad Estadounidense de Hipertensión.

"Estos datos son los primeros en cuantificar un aumento de 26 veces la disfunción eréctil en los hombres que sufren hipertensión y que fuman", declaró el profesor John Spangler, del centro médico de la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte.

Entre los ex fumadores que sufren hipertensión, el riesgo de impotencia es 11 veces mayor que entre los no fumadores.

La impotencia, o disfunción eréctil, afecta a unos 30 millones de hombres en Estados Unidos.

Una razón para dejar de fumar

"El tabaquismo, la hipertensión y la disfunción eréctil son problemas comunes (...) de informar a los fumadores de los elevados riegos de impotencia podría motivar a muchos a dejar de fumar", estimó Splanger.

La función sexual implica la coordinación de numerosas funciones biológicas en el cuerpo. Incluye el sistema nervioso central (estimulación mental) que actúa en coordinación con las hormonas, y el sistema cardio vascular, que bombea sangre a los tejidos de los músculos que mantienen la erección.

El tabaquismo puede deteriorar todos estos sistemas y, por tanto, causar impotencia.

El tabaquismo causa numerosas enfermedades a consecuencia del bloqueo de las arterias; en otros términos, el tabaco inhibe la circulación de la sangre en el cuerpo.

Homeopatía: el remedio natural
“En la homeopatía no hay medicamentos asignados para una enfermedad. Si vienen tres adictos diferentes, cada cual se lleva un remedio distinto. Además se tiene la ventaja de que el paciente puede hablar y opinar; es una técnica más democrática, al contrario de la idea típica del Dios de bata blanca al que hay que obedecerle”, dice el médico Germán Benítez..

Es solamente a través de una muy detallada historia clínica que se puede saber qué necesita realmente cada paciente, pues la receta que le haya funcionado a alguien, posiblemente sea dañina en el cuerpo de otra persona. Esto se debe a que esta rama de la medicina trabaja con lo que se conoce como ‘el principio de similitud’, que consigue que cada organismo reaccione y corrija los problemas que encuentre. La ‘unicausalidad’ está abolida de la medicina, y especialmente de la homeopatía: la adicción a la nicotina no la sufre la población, sino una persona y no son iguales el cuerpo y los antecedentes de una ejecutiva estresada que los de una ama de casa calmada.

Un programa para dejar de fumar por medios homeopáticos (gotas y globulitos cuya frecuencia de consumo depende de la intensidad de los síntomas) dura mínimo 6 meses y consigue resultados solo si el paciente está dispuesto. Se recomienda acompañarlo de ejercicio regular – que ayuda a elevar la concentración de endorfinas- y de una dieta natural.

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