Los
bebedores más sedientos mostraron merma de la memoria y la función ejecutiva
entre un año y medio y seis años más rápido que los hombres que tomaban menos
alcohol por día.
Las personas de edad mediana que beben al día más de 36
gramos de alcohol, equivalente a dos tragos y medio, pueden acelerar en hasta
seis años la pérdida de la memoria, según un estudio que publica la revista
Neurology.
El artículo indica en cambio que no se detectaron
diferencias en la memoria o la función ejecutiva en las personas que no beben,
que han abandonado el trago o que toman alcohol con moderación.
Gran parte de la información de investigaciones sobre el
alcoholismo y su relación con la memoria y la función ejecutiva se ha hecho en
poblaciones de más edad.
El
estudio se enfocó en participantes con edad media e indica que el alcoholismo
más elevado se relaciona con una disminución más rápida en todas las áreas de
la función cognitiva de las personas.
El estudio involucró a 5.054 hombres y 2.099 mujeres
cuyos hábitos de bebida se evaluaron tres veces durante 10 años. Se consideran
como bebidas alcohólicas el vino, la cerveza o los licores.
Más tarde, cuando los participantes tenían una edad promedio
de 56 años, se sometieron al primer examen de memoria y función ejecutiva.
Estas pruebas se repitieron dos veces en los 10 años siguientes.
El
estudio no encontró diferencias en la merma de la memoria y la función
ejecutiva entre las personas que no bebían alcohol y aquellos que bebían de
manera moderada, esto es menos de 20 gramos o dos tragos por día.
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