A
continuación el evangelio del liderazgo:
1. No se concentre tanto en usted
mismo, sino en la compañía: no piense en el yate que se comprará, sino
en el crecimiento de la compañía.
2.
Ensúciese las manos: los
ejecutivos deben pasearse por las instalaciones de la compañía; deben conocer
los procesos y los empleados.
3. No insista en cosas que no
funcionan: para mantenerse concentrado en lo realmente importante, no
insista en implementar negocios o procesos que ya no funcionan.
4. Consiga un balance entre los
objetivos a corto y largo plazo: algunas compañías se ocupan tanto del
futuro, que no logran ver las oportunidades a corto plazo.
5. Ignore algo que hacen los demás
gerentes: Rodearse de un ejército de asistentes mediocres para sentirse
más importante. No siga este ejemplo.
Un
buen emprendedor requiere de que un poco de humildad en su oficina.
NOTA: NO EXISTE MEJOR MANERA DE ESTIMULAR A
SUS EMPLEADOS QUE MANTENIENDO BUENAS RELACIONES, UN SISTEMA DE REMUNEACION
ADECUADO, METAS CLARAS, ASIGNARLES RESPONSABILIDADES CONCRETAS, UNA BUENA
COMUNICACIÓN Y “EL BUEN EJEMPLO”.
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