Un buen desayuno es fundamental antes de comenzar el recorrido por este Santuario de Flora y Fauna en Boyacá, situado a cuatro horas de Bogotá – (Colombia – Sur América).
También es recomendable hacer un estiramiento muscular y preparar el cuerpo para las casi seis horas de caminata que demandan sus senderos y las estaciones en las que se pueden hacer breves descansos.
Recorrer Iguaque -que mide 6.750 hectáreas y es uno de los seis parques naturales de la región- exige fuerza, destreza y resistencia. La penúltima estación se llama La Pared, un tramo empinado, lleno de piedras y pastizales que cubren la montaña y complican la subida.
De hecho, los guías recomiendan dar 40 pasos y descansar 40 segundos durante el ascenso, manteniendo un ritmo constante y dejando que el cuerpo se acople hasta llegar a los 3.700 metros de altura (el camino comienza a los 2.850 metros ).
Al llegar a la cima, y antes de entrar al último tramo de este lugar sagrado para los muiscas, se celebra un ritual para pedirle permiso a la Madre Tierra y poder disfrutar de su belleza natural.
Para el frío hay que prepararse. Lo mejor es llevar una chaqueta térmica, líquido energizante y algunos pasabocas, como chocolates y galletas. Lo aconsejable es usar botas de caucho, sobre todo si ha llovido, porque el terreno se hace más difícil.
Al final, en pleno contacto con la naturaleza y desconectado de la rutina, se dará cuenta de que mojarse, resbalarse y esforzarse físicamente sí que vale la pena. Llegar a la laguna, a 3.700 m .s.n.m., es la recompensa después de casi tres horas de recorrido.
Vea el siguiente video:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios