Deja
de preocuparte tanto por lo que estás tratando de decir y mejor escucha. Aunque
te pueda parecer extraño, una manera muy eficaz de expresarse es escuchando.
Escucha con cuidado, con amor y con atención al mundo que
te rodea. Escucha a los
demás, escucha a Dios y a la vida.
Deja
de lado tus suposiciones sobre lo que espera oír. Escuchar no sólo con los oídos,
sino también con el corazón y con el espíritu.
Presta
atención a lo que la vida tiene para decirte. No hay fin a todas las
valiosas lecciones que puedes aprender.
Cuando
crees que lo sabes todo, tú niegas la oportunidad de aprender cosas nuevas.
Al interactuar con otras personas sólo para impresionar con lo mucho que sabes,
pronto comprenden que
sabes muy poco.
Cuanto
más escuchas y observas, mas aprendes, y más poderosa será tu capacidad de
expresarte. Pon
cuidado con lo que la vida tiene que decirte, y lo que aprenderás te llevará
lejos.
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