La visibilidad y el agarre de las llantas sobre el piso son los principales obstáculos a vencer bajo estas circunstancias.
Definitivamente, la lluvia dificulta el tránsito por calles y carreteras y aumenta el riesgo de accidente. Consejos que debe seguir por si se encuentra este obstáculo en su viaje.
Nunca sobra volver a insistir sobre las precauciones que se deben tener, en caso de que 'se suelte el agua' en algunas carreteras del país y acerca de las precauciones mínimas que deben tomar los conductores, como son circular a baja velocidad, encender las luces y guardar distancia prudente con quienes viajan adelante.
Las principales situaciones particulares de peligro, que se acentúan con la lluvia son:
Los peatones. Pasan las calles de afán, mirando al piso y brincando para no caer en algún charco. Y si no tienen paraguas, se acondicionan un talego plástico en la cabeza, suben la solapa del saco, encogen los hombros, entrecierran los ojos y se lanzan sin mirar, creyendo que así se van a mojar menos.
¿Qué hacer? Estar más atento de lo normal en los andenes, los cruces y las salidas de quienes van a pie, en un momento en que la visibilidad se reduce dramáticamente.
Las obras. No hay capital del país a la que no le estén construyendo una vía, adecuando andenes o ampliando una calzada, con cierres y desvíos imprevistos.
¿Qué hacer? Ceñirse a la señalización temporal, que puede ser preventiva (color naranja con borde negro) o reglamentaria (fondo blanco y contorno rojo).
Los charcos. Son los pequeños pozos que se forman en las ondulaciones y los desniveles normales de cualquier vía. Son mucho más peligrosos que los 'mega charcos' porque forman una capa de agua imperceptible a los ojos, pero altamente resbaladiza, que produce el 'hidroplaneo'.
¿Qué hacer? Encender las luces de parqueo y circular despacio, si se hace necesario. Al perder el control del auto, la dirección se enloquece y los frenos disminuyen drásticamente su eficiencia.
Las 'piscinas'. Tienen la ventaja de que se ven más fácilmente y pueden esquivarse con más precaución. Su presencia permite concluir que 'tienen fondo', pero no revelan hasta qué punto.
¿Qué hacer? La recomendación del punto anterior es especialmente urgente acá, aunque, en este caso, por ser más notorias que los charcos, pueden esquivarse más fácilmente, sin peligro de caer hondo.
Aliste su carro
* Los frenos: hágalos revisar. Los expertos recomiendan cambiar pastillas cada 40 mil kilómetros, pero en época de invierno es mejor estar seguros de que todo anda en orden.
* Una recomendación: para evitar que disminuyan su eficiencia en un charco, 'navegue' con el pie izquierdo presionando ligeramente el pedal del freno. Esto reduce el espacio entre pastillas y disco, y evita que el agua penetre con facilidad.
* Las plumillas: el invierno es la oportunidad para saber con exactitud su eficiencia, aunque ésta depende también de su limpieza. Antes de comprarlas nuevas, límpielas bien.
* El depósito de agua: el agua permite combatir la suciedad y las salpicaduras que sufre el parabrisas, siempre y cuando salga con facilidad hacia el parabrisas.
* El sistema de ventilación: el aire acondicionado y el sistema de calefacción son ideales para desempañar los vidrios y mantener el habitáculo a una temperatura ideal. Revise que estén en orden.
* El desempañador: mantener el vidrio trasero despejado permite ver en reversa y circular con mayor seguridad para prevenir accidentes innecesarios, como los que provocan las motos que viajan en zigzag por las calzadas o los peatones que cruzan imprudentemente.
* Las llantas: el labrado en estado aceptable y el inflado recomendado por el fabricante son dos aspectos mínimos a tener en cuenta para enfrentar el invierno sin perder por completo la adherencia. Si las llantas no están en buenas condiciones, la adherencia disminuye en un 50 por ciento.
Cuando el carro se apaga...
* Se mojó el sistema eléctrico. En este caso, no intente prenderlo, pues se puede descargar la batería. Lo mejor es bajarse, abrir el capó, tratar de secar los conectores con un trapo seco y esperar a que salga el agua por completo. Una vez se haya secado el motor, intente prenderlo.
* El agua penetró por el escape. Puede ocasionar un daño grave (golpe hidráulico), de ahí que lo mejor es pasar los charcos con el pie en el acelerador (aunque despacio) para que el escape expulse el agua que intente colarse.
Si el carro patina
*Conserve la calma para poder controlarlo.
*Evite frenar bruscamente.
*Si el derrape es leve, trate de corregir suavemente en ambos sentidos con el timón (nada de frenos y acelerador).
*Si el derrape es fuerte, gire le timón hacia la misma dirección en que están derrapando las ruedas traseras. Al enderezar, gire de nuevo hacia el sentido contrario, hasta enderezarlo por completo.
*Maneje siempre con las dos manos en el timón.
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