En tiempos de Julio Cesar, la población total de la tierra era sólo de 150 millones de personas.
En nuestros días, la población mundial aumenta en esa misma cantidad cada dos años.
Y las diferencias entre los seres humanos que habitan el planeta son tan grandes que un dato nos da una luz al respecto:
Durante su vida un solo norteamericano consume los recursos que gastan 80 ciudadanos de India.
Lo grave es que ese dato, con pocas variantes, se aplica también a los ricos y a los pobres de nuestro país.
Mientras unos pocos dejan de comer para no engordar, millones hacen grandes esfuerzos para poder comer.
Unos gastan millones en cirugías estéticas y otros buscan angustiados dinero para una cirugía que les salve la vida.
La única esperanza está en aquellos que impulsan el cambio social. ¿Cuándo se unirá usted a ese grupo de soñadores?
En nuestros días, la población mundial aumenta en esa misma cantidad cada dos años.
Y las diferencias entre los seres humanos que habitan el planeta son tan grandes que un dato nos da una luz al respecto:
Durante su vida un solo norteamericano consume los recursos que gastan 80 ciudadanos de India.
Lo grave es que ese dato, con pocas variantes, se aplica también a los ricos y a los pobres de nuestro país.
Mientras unos pocos dejan de comer para no engordar, millones hacen grandes esfuerzos para poder comer.
Unos gastan millones en cirugías estéticas y otros buscan angustiados dinero para una cirugía que les salve la vida.
La única esperanza está en aquellos que impulsan el cambio social. ¿Cuándo se unirá usted a ese grupo de soñadores?
Gonzalo Gallo G.
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