Un
grupo de investigadores de la Universidad de Monash, en Melbourne (Australia),
han demostrado que los coches oscuros tienen más accidentes que los claros. El
estudio confirmaría la creencia popular de que la elección más segura es el
color blanco al ser más visible en la carretera.
Tras estudiar 850.000 accidentes con víctimas en
Australia, el equipo de investigadores concluyó que los coches blancos son los
más seguros, pues resultan más visibles y presentan menos probabilidades de
colisión. Del mismo modo, los
automóviles de color negro son los más peligrosos (un doce por ciento más de
riesgo de accidente que los blancos) seguido de los grises, con un once por
ciento, plata, un diez por ciento y los rojos y azules, con un siete por ciento.
Los colores pastel, como el beige o el color crema
obtuvieron valoraciones muy cercanas al color blanco.
Como explica el director de la investigación, Stuart
Newstead, los estudios llevados a cabo hasta el momento se centraban únicamente en el color y la
visibilidad de los coches, sin incidir en el riesgo de impacto. Su
estudio hace hicapié en este otro aspecto, no solo en el cromático.
Colores en la oscuridad
Newstead señaló además que esta relación entre el color
del coche y el riesgo de colisión se reduce cuando hay poca luz, pues la baja
luminosidad hace menos perceptible la diferencia cromática.
Sin
embargo, como concluyen los propios investigadores, "conducir un vehículo
oscuro puede incrementar el riesgo de colisión, pero es mucho más influyente el
comportamiento del conductor al volante".
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