Existen cosas que con el pasar de los años se van volviendo mejor. Y al igual que esas cosas, yo quiero ser mejor cada día. Mejor persona, mas servicial, pacífica y comprensiva. Más inteligente, sabia y equilibrada. Más fuerte ante las pruebas y menos débil ante el fracaso.
Dicen que el paso del tiempo nos va deteriorando, pero yo deseo en vez de vejez, ir adquiriendo madurez y experiencia. Menos arrugas y si más sonrisas. Más tolerancia y menos incomprensión.
Más de Dios en mi vida y menos de mí. Más voluntad para emprender grandes proyectos y enfrentar grandes retos.
Más gente con la cual compartir y poder amar. Más servicio y menos egoísmo.
¡Más, más y más de todo lo bueno! Del gozo y la alegría, del entusiasmo, la paz y la armonía.
Poder romper la barrera y llegar más allá del límite de mis sueños. Más crecimiento espiritual para que mi vida sea saturada solo de lo que bendice, de lo que es agradable, de lo que purifica y te hace ser mejor no solo contigo mismo, sino que también con los demás.
No es perfección lo que busco, sino sencillez, humildad, las virtudes que me llevan a querer ser mejor no solo pensando en mi bienestar y centrándome en un egoísmo sin sentido. Más bien es contribuir y hacer un esfuerzo porque el mundo sea mejor.
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