Había una vez un teclado de computador, era negro,
mediano y un poco viejo.
Un día el
teclado comenzó a dañarse: las teclas no respondían, además algunas de ellas estaban en discusión, la i le decía a la y que ella era más usada, el 1
le decía al 0 que no valía nada, y el teclado secundario de
números estaba deprimido porque casi nunca lo usaban.
En fin, todo era un caos hasta
que un día llego el enter y dijo que
pusieran un fin a esta situación, todos le preguntaron lo mismo: “¿cómo?” y el
les contesto: “hay que
trabajar en equipo, es decir dejarnos oprimir consecutiva y rápidamente
para formar mas palabras largas como esternocleidomastoideo; también tendríamos
que apreciar a las teclas que parecen no tener valor como el cero
o el alt, y que además tendríamos que intercambiar
conocimientos para
descubrirnos más y poder tener nuevas funciones que no conocíamos.
Así todo
sería mejor.” y así fue, todas las teclas siguieron los consejos del enter y desde ese momento todo el teclado funciona
perfectamente y todas las teclas fueron felices.
***FIN***
Felipe Losada Arango
12 años
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