Historias de tres personas que les dieron la
espalda a sueldos elevados y altas posiciones.
“En el futuro vamos a vivir con menos
dinero, pero tenemos la oportunidad de no volver a caer en excesos de trabajo y
contaminación, olvidando lo esencial de la vida: amar y ser amados"
El
cambio climático que está experimentando el mundo y la crisis económica global
cambiarán las costumbres de la gente.
"La gente se está dando cuenta de la
trampa del consumo.
Cuando uno está en una carrera desbocada para satisfacer al círculo familiar y
social, satisface a los demás, pero no a uno mismo".
Tres
de cada diez personas se declaran inconformes con su trabajo actual debido a
los bajos salarios y/o porque se consideran sobrecalificados para la labor que
desempeñan. Esto, sumado al estrés y a las altas exigencias laborales puede
llevar a muchas personas a emprender su propio negocio o proyecto personal, y a
buscar una vida más sosegada.
Ante
la crisis la gente está examinando su interior para corroborar si lo que están
haciendo para obtener el sustento es realmente lo que quieren para la vida.
Algunos están abandonado la comodidad del
mundo ejecutivo y del dinero para perseguir sus sueños, y para vivir de una
manera más cómoda, tranquila y auténtica, desprendidos de los modelos de éxito
y consumo impuestos por la sociedad.
El
64 por ciento de la gente ha pensado en cambiar de trabajo en los últimos
meses, y que el 54 por ciento está dispuesto a sacrificar los ingresos por una
actividad que lo haga más feliz.
"Solo
la madurez y el saber qué quiere uno en la vida pueden llevar a una persona a tomar
una determinación como dejar el trabajo para hacer realidad su sueño".
Es
necesario hacer una conciliación personal para determinar si lo que se hace en
la vida es lo que realmente nos permite ser felices.
"La
gente debe preguntarse: ¿la felicidad me la da el Mercedes Benz o estar con mis
hijos y conmigo mismo?"..
'Rico no es el que tiene, sino el que no
necesita'
Vivir
pegado al computador y de dos teléfonos celulares que no dejan de timbrar, de
reunión en reunión; preparaba informes y organizaba eventos no es vida.
Es
mejor el 'ocio productivo': Levantarse a las 8 a.m. y abrir un libro,
luego hacer ejercicio, nadar, preparar el desayuno, cultivar una pequeña
huerta, almorzar y volver a la lectura. Y no hacer nada más.
Si de todas maneras va a morir, pues es
mejor morir relajado: Por ejemplo, renuncie a su trabajo venda su carro y
compre un taxi arriende su apartamento y consiga una renta mensual y váyase a
una cabaña al lado del mar.
"El
mayor tesoro es disponer del tiempo porque el más rico no es el que más tiene,
sino el que menos necesita" y Recupere la buena salud.
No
puede ponerse a esperar a tener 65 o 70 años para gozar de una pensión.
"El
tiempo de esta vida es muy poco y es mejor dedicárselo a uno”.
Viva
a plenitud, puede dedicarse a bucear, a caminar y a compartir con sus amigos y
vecinos.
"Solo quiero disfrutar de la vida, no
que ella se aproveche de mí. Quiero tener tiempo para viajar, para las lunas
que quiero ver, que la vida me regocije con momentos espléndidos".
Continue
pagando su salud y su pensión como independiente, para tener más tranquilidad
cuando llegue a la edad adulta.
No
hay nada mejor que leer y caminar descalzo por la playa.
Espere
el día en que sienta un vacío en el alma para que descubra que el universo no
es más que una burbuja.
Usted no nació para vivir encerrado en una
oficina.
Recupere
la sensibilidad por los demás y por las cosas sencillas de la vida.
Explore
su espiritualidad. Usted puede ayudar a otros.
Apernda
reiki (técnica oriental de sanación con las manos)
Es
posible que tenga miedo dar el salto: "Hay que saber vivir. El dinero no
compra la felicidad". Hay que tener solo el dinero suficiente para tener
salud mental
Seguramente
no extrañará los lujos de ahora.
Solo aprenda a vivir de una forma austera
con el soporte de sus ahorros.
RECOMENDACIONES:
Asesórese. Si siente ganas de dejarlo todo y perseguir sus sueños,
acompañe este proceso de un terapeuta o 'coach'.
Presupueste. Revise sus gastos y determine cuáles son necesarios y
cuales son inventados por usted mismo para mantener el ego. Se dará cuenta de
que necesita menos para vivir.
Planee. Piense cómo invertirá sus ahorros. No haga cuentas de lo que
dejará de ganar mientras sale su proyecto, piense a largo plazo y con
optimismo.
Póngase límites de tiempo para echar a rodar su sueño. Puede ser un año,
como si fuera uno sabático. En ese lapso puede ratificar su proyecto o decidir
si vuelve a su trabajo; si regresa, será diferente.
Sea paciente. Si está angustiado, sentirá que fue un error haber dado el
salto para hacer realidad su sueño y querrá arrepentirse. Todo requiere de
tiempo, planeación y paciencia. Déle la oportunidad a su sueño.
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