COSAS DE LA PAREJA QUE MOLESTAN

Hay detalles y comportamientos en nuestras parejas que nos sacan de casillas, a tal punto que nos sacan de quicio. ¿Alguien lo duda? Creo que no.

Eso sí, que esto es de lado y lado.

La clave está en el nivel de autoestima de las personas.

Dicen los autores de este trabajo que quienes la tienen más alta resuelven de la mejor manera esas cosas que les molestan de sus parejas.

Se necesita más que un buen autoconcepto para aguantarse una infidelidad de su pareja

Las mujeres no toleran, bajo ninguna circunstancia, que su hombre se sienta atraído por otra; es más, son capaces de perdonarle que hagan gala de ciertos sentimientos románticos, pero llegue a tener una amante.

A los hombres les pasa lo contrario: los celos los devoran cuando su pareja deja entrever, si quiera, una pizca de enamoramiento por otro.

Esto no es lo único que les molesta. Según los investigadores, no soportan que una mujer no pare de hablar o que los utilicen como chantaje. También les aburre tener que acompañarnos a hacer compras y esa especie de lenguaje cifrado que comparte la especie femenina (y que juran que es el origen de toda clase de equívocos).

Ellas, por su lado, confiesan que el mal olor de algunos señores es capaz de sacarlas en estampida; les choca, además, que sus hombres sean tan directos y sin escalas, sin esforzarse por darle forma con caricias y susurros a un mínimo preámbulo.

También las espantan los hombres que andan montados en la película de que sin ellos las mujeres no son nada. Tan convencidos viven de que están haciendo un “favor”  que se convierten en unos cómodos, perezosos e insolidarios en la vida diaria, y en auténticos lastres. ¡Eso es insoportable!

¿De dónde sacan estos señores que es obligación seducir, verse linda y sonreír siempre, y estar dispuestas a lo que sea, a la hora que ellos quieran?

¡Al diablo con esos hombres que todo lo solucionan con frases como: "¿En dónde puedes conseguir un mejor marido que yo? ¡Mira todo lo que tienes!".

A esto hay que meterle frases que sacudan de vez en cuando... Un "¡cómo estás de linda!", así lleven muchos viviendo juntos, es capaz de revivir lo que sea, de volver invisibles esos comportamientos que molestan y hasta de convertir un macho repelente en un príncipe azul.