Sólo
14% de los altos ejecutivos señalan que sus compañías se preocupan
verdaderamente por los empleados que presentan un bajo desempeño. A continuación, algunas preguntas que se
le pueden hacer a un empleado que no está rindiendo como siempre.
1. Tu
rendimiento ha disminuido, ¿te pasa algo?: Cualquier
empleado puede sentirse distraído por problemas en su vida personal (un nuevo
bebé o un pariente enfermo). Por supuesto, este no tiene por qué
decírselo, pero es bueno demostrar interés
y preocupación por los empleados.
2. ¿Puedes describir tu cargo?: Si un
vendedor cree que sólo debe ocuparse de los actuales clientes, cuando lo que
queremos es que traiga nuevos negocios, entonces
hubo un problema al explicarle nuestras expectativas a dicho empleado. Remplace el lenguaje en las descripciones de cargos
por objetivos específicos.
3. ¿Cuentas con lo necesario para hacer tu trabajo?: esto
se puede arreglar fácilmente. Tal vez su gerente de proyecto mejore su
desempeño con una computadora de bolsillo o un software especial. O tal vez no
cumple con el cronograma porque los proveedores envían los suministros tarde.
4. ¿Hay algo en el trabajo que no te permite hacer bien
tu trabajo?: quizá el contador de confianza no puede hacer bien su
trabajo porque lo distrae el colega de al lado, que siempre está hablando por
teléfono con los clientes. Un nuevo supervisor también puede significar problemas.
Si todos los empleados de un departamento tienen la misma queja, es hora de
hablar con el gerente.
NOTA: TRATE BIEN A SUS EMPLEADOS, BRINDELES CONFIANZA Y TODO LO
NECESARIO PARA QUE PUEDAN REALIZAR BIEN SU TRABAJO Y ACUERDE CON ELLOS LOS
PLANES Y METAS DE TRABAJO
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