Eres
imagen de Dios, eres un espíritu muy bello y un ser de luz, eres amor, paz y
armonía. Ámate mucho y vuela en libertad.
Convierte tus límites en alas, vive a Dios en
ti, y sé lo que puedes ser: un ángel para todos y un regalo para el universo en
un sendero de rectitud y pureza.
Los nativos de Hawai conceden suma
importancia a la combinación de armonía y rectitud, “pono”, en su
lenguaje.
En su
tradición pono es el ideal de toda persona y la felicidad depende de ser
íntegros y armónicos. Con Ho’oponopono el perdón te da armonía.
Decía en la antigüedad el historiador
Hesíodo, “las ganancias
deshonestas en realidad son pérdidas”.
También para los indios Kogi de la Sierra
Nevada la armonía o “yuluka” es el centro de su vida y su cosmovisión.
Sus
sacerdotes o mamos dicen que nosotros “los hermanitos menores” no sabemos vivir
en yuluka, es decir, en equilibrio.
Nos desgastamos en una lucha aberrante por
competir en lugar de convivir y estar en armonía con los demás y con la madre
tierra.
Pero
nunca es tarde para despertar, fijar nuevas prioridades y darle más importancia
al ser que al tener. Ese es tu desafío.
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