Tu vida es el resultado de
tu actitud y esa actitud depende del sistema de creencias que te condicionan.
Por lo mismo, pocas labores rinden tan buenos frutos como el hecho de conocer y mejorar
ese sistema de creencias.
Dedica tiempo a examinarlas y hallarás unas que te inspiran y enriquecen
y otras que te bloquean.
Son creencias culturales,
familiares, sociales y religiosas, muchas de las cuales no tienen fundamento.
Basta ver todas las estupideces que se sostienen sobre un diosecito que
los humanos crean a su imagen y semejanza.
Un diosecito imaginario que
apoya guerras, exige diezmos, juzga, condena y al que hay que tenerle temor.
De hecho, en la Biblia un nombre de Dios es “El señor de los ejércitos”
y ese dios apoyaba a los judíos.
Examina tus creencias,
mejora tu actitud y verifica si es verdad lo que te han enseñado. Sin sentido
crítico te manipulan.
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