Por mi parte han de disculparme, pero yo no tengo
tiempo para hacerme viejo. Con su permiso.
Descansar no es suficiente: hay que meditar
En este mundo todos queremos llegar a viejos, pero
ninguno queremos admitir que ya llegamos.
“Una vejez feliz es como el pastel de la fiesta”
Amamos las
catedrales antiguas, los muebles antiguos, las monedas antiguas, las pinturas
antiguas y los viejos libros, pero nos hemos olvidado por completo del enorme
valor moral y espiritual de los ancianos ...que no son otra cosa que seres humanos antiguos.
La edad se apodera de nosotros por sorpresa, sin
sentirla llegar.
Cuando ya se han
cumplido 80 años, o estamos cercanos, todo contemporáneo es un amigo.
Cuando me dicen
que ya estoy demasiado viejo para hacer una cosa, me apresuro a hacerla
enseguida.
Los viejos dan buenos consejos porque ya no pueden
dar malos ejemplos.
Cuanto más
envejecemos más necesitamos estar ocupados. Es preferible morir antes que
arrastrar ociosamente una vejez insípida y vacía.
Viéndolo bien no
somos tan viejos, lo que pasa es que tenemos muchas juventudes acumuladas.
La vejez es lo
más inesperado de todo lo que le sucede al hombre.
La madurez es el
arte de vivir en paz con lo que es imposible cambiar.
Los viejos
desconfían de la juventud porque también han sido jóvenes.
Es una lástima
que el lapso entre ser demasiado joven y demasiado viejo sea tan breve, y que
tengamos que decir con tristeza:
¡Qué temprano se nos hizo tarde!
Puede ser que la vida no sea la alegre fiesta la
que esperábamos llegar, pero ya que estamos aquí, es mejor que bailemos.
Los hombres
piensan que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen
cuando dejan de enamorarse.
Hay que estar agradecidos de nuestra edad, pues la
vejez es el precio de estar vivos
La vida transcurre como un autobús en el que unos
pasajeros suben y otros bajan. Hay que estar preparados para cuando nos toque
bajar en la próxima parada y escuchemos el anuncio del conductor: ¡Bajan!
Hay que dejarse
llevar suavemente por la corriente como la hoja que se desliza sobre su
superficie. Y disfrutar
del regalo de la vida mientras podamos y estemos presentes en este mundo.
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