El
cuerpo, va a gritar lo que tu callas, si tú no expresas aquello que necesitas,
el cuerpo lo hará por ti. Primero lo hará con un leve susurro, será el síntoma,
y si no le prestas atención a lo que el cuerpo te dice, gritará fuertemente, y
lo hará en forma de enfermedad. Si no queremos enfermar, tenemos que
escuchar el mensaje del cuerpo. ¿Qué me está diciendo mi cuerpo? si me paro, y
lo escucho, le dedico tiempo en descifrar ese mensaje, no enfermaré.
La persona que enferma, sufre, en lo que su armonía se
desequilibra. El síntoma es el que nos avisa de este desequilibrio, y ese
síntoma, no hay que taparlo, al contrario, tenemos prestarle toda la atención y
convertirlo en nuestro aliado. Es importante saber lo que éste nos quiere
comunicar y preguntarse ¿Qué es lo que este síntoma me está impidiendo hacer?
En la respuesta está la sanación.
Nada
de pastillas ni comidas especiales, son las recomendaciones del Dr. Dráuzio
Varella, médico oncólogo y escritor brasileño, quien nos da pautas para
lograrlo, consejos para vivir mejor y ser felices que combinados con buenos
hábitos de alimentación y ejercicio físico, nos permitirán vivir mas y mejores
años. Estas recomendaciones son más baratas que los remedios, pero más
difíciles de cumplir que cualquier tratamiento médico. Sin embargo, vale la
pena convertir en hábitos estas acciones. Así que si no quiere enfermarse…
Hable
de sus Sentimientos.
Emociones y sentimientos que son escondidos, reprimidos,
terminan en enfermedades como: gastritis, úlcera, dolores lumbares, dolor en la
columna. Con el tiempo, la represión de los sentimientos degenera hasta el
cáncer. Entonces, vamos a sincerar, confidenciar, compartir nuestra intimidad,
nuestros “secretos”, ¡nuestros errores!… El diálogo, el hablar, la palabra,
¡son un poderoso remedio y una excelente terapia!
Tome
Decisiones.
La persona
indecisa permanece en la duda, en la ansiedad, en la angustia. La indecisión
acumula problemas, preocupaciones, agresiones. La historia humana está hecha de
decisiones. Para decidir es preciso saber renunciar, saber perder ventajas y
para ganar otras. Las personas indecisas son víctimas de dolencias nerviosas,
gástricas y problemas de la piel.
Busque
Soluciones.
Las personas negativas no consiguen soluciones y aumentan
los problemas. Prefieren la lamentación, la murmuración, el pesimismo. Mejor es
encender un fósforo que lamentar la oscuridad. Una abeja es pequeña, pero
produce lo más dulce que existe. Somos lo que pensamos. El pensamiento negativo
genera energía negativa que se transforma en enfermedad.
No
Viva de las Apariencias.
Quien esconde la realidad, finge, hace poses, quiere
siempre dar la impresión de estar bien, quiere mostrarse perfecto, bonachón,
etc… y está acumulando toneladas de peso… Una estatua de bronce con pies de
barro. Nada peor para la salud que vivir de apariencias y fachadas. Son
personas con mucho barniz y poca raíz. Su destino es la farmacia, el hospital,
el dolor.
Acéptese
El rechazo de sí mismo, la ausencia de autoestima, hace
que nos volvamos ajenos a nosotros mismos. Ser uno mismo es el núcleo de una
vida saludable. Quienes no se aceptan a sí mismos, son envidiosos, celosos,
imitadores, competitivos, destructivos. Aceptarse, aceptar ser aceptado,
aceptar las críticas, es sabiduría, buen sentido y terapia.
Confíe
Quien no confía, no se comunica, no se abre, no se
relaciona, no crea relaciones estables y profundas, no sabe hacer amistades
verdaderas. Sin confianza, no hay relacionamiento. La desconfianza es falta de
fe en sí, en los otros y en Dios.
No
Viva Siempre Triste.
El buen humor, la risa, el reposo, la alegría, recuperan
la salud y traen larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el
ambiente donde vive. “El buen humor nos salva de las manos del doctor”. La
alegría es salud y terapia.
El
arte de no enfermar, es a la vez tan sencillo y tan complicado. El arte de no
enfermar pasa por sentir, aceptarse, confiar, tomar las riendas de tu vida,
reír y ser feliz.
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