Según
el sexólogo Peter Saddington esta es una razón de la caída de la pasión en las
parejas:
“Dejan
la sexualidad en el fondo de sus prioridades por darle más importancia a
la crianza o el ascenso laboral”.
Con él coinciden otros expertos, que tratan parejas en
crisis que no saben
armonizar sus prioridades.
Los
hijos y el trabajo no deben ser agua que apaga el fuego de la pasión y va
matando el amor.
Otras veces el bajonazo en la sexualidad se debe a una tediosa rutina y a la falta de
creatividad en la vida sexual y sensual.
Las parejas se habitúan al otro y, sin novedad en su
sexualidad, suele disminuir o apagarse el deseo.
“La
familiaridad, el confort y la mala comunicación disminuyen la pasión sexual”
dice la sicóloga Frances Cohen Praver.
Algo más: “Varios años de tediosa convivencia hacen que
ciertas experiencias negativas deterioren la relación y generen rechazo”.
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