Cuanto más intento aprender me
doy cuenta que menos sé y que me queda mucho que aprender.
El aprender es algo milagroso.
Sé que cada día quiero aprender más, cada día quiero tener
más conocimiento del por qué y para que de la vida.
Cuando
aprendo, siento que mi vida tiene sentido y sé que el aprendizaje es para
siempre.
Lo que atesoramos se queda en nosotros, aún cuando no lo
recordamos, pero está ahí, dormido esperando hasta el día en que es necesario y
entonces cuando lo necesitamos despierta.
Continúa
aprendiendo cosas que sean buenas para el alma.
Hoy en día estamos bombardeados por miles de noticias, pero
es aprendiendo cosas que inspiren de la única forma que tendremos paz y armonía
en nuestra mente y en nuestra alma.
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