El agua es la única sustancia presente en la tierra en tres formas:
líquida, sólida y gaseosa.
Y esos tres cuerpos que adquiere el agua
como líquido, hielo o vapor son un buen espejo de lo que pasa en la muerte.
Tú eres un espíritu que vino a revestirse de materia, pero hay más
cuerpos además del físico.
Hay cuerpo etérico, hay cuerpo astral y eso
no es Nueva Era barata, porque hay gente seria que ve esos cuerpos.
La muerte, entonces, no es aniquilación sino paso entre vidas y cambio
de lo material al espiritual.
Un cambio en el que tu esencia permanece,
del mismo modo que el agua sigue siendo agua cuando se evapora.
Al morir sigues viviendo y regresas al mundo de Dios del que habías
venido. Morir es volver a casa.
¿Y qué haces allá? Amas, creas, te relacionas y sigues evolucionando.
No temas al más allá, teme
a vivir mal en el más acá.
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