Seguir por “El camino medio” crea paz y
armonía porque nos impide ser tercos, extremistas y soberbios.
En el
templo de Delfos se leían varios aforismos de los sabios griegos. Entre ellos
estos dos: “Conócete a ti mismo” y “De nada en exceso”.
El “Camino medio” es dejar de lado toda
clase de fanatismo, es un sendero de humildad, de flexibilidad y de amorosa
tolerancia.
Lo
triste es que la política y la fe suelen ser los campos en los que más excesos
se dan, supuestamente en nombre de Dios.
Causa pesar ver el fanatismo de algunos
en sus credos, tan cerca del diablo y tan lejos de Dios, y convencidos de ser
los buenos.
Lo
sensato, entonces es examinarse y andar por el “Camino Medio” como un amoroso
instrumento de paz y armonía.
Sé
humilde y no actúes como un guerrero o un soberbio que se ve como dueño de la
verdad y de la moral.
El prurito de tener siempre la razón es
funesto, crea distancias y destruye relaciones. Lo superas con la humildad y
silenciando el ego.
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