Lo han demostrado numerosos estudios.
Los
niños y jóvenes que practican eso son más capaces de gestionar situaciones de
estrés y de ponerse en el lugar de los demás.
Toman decisiones más conscientes, no se
dejan llevar por las emociones conflictivas y reaccionan con tranquilidad.
Esa
práctica aporta una nueva manera de atender y mirar la realidad con asombro,
paz y atención a lo que ocurre en su mundo interior y exterior.
Los estudios muestran estos grandes
beneficios en los que dedican tiempo a relajarse y a meditar:
Mejoran su atención, concentración, creatividad y
rendimiento académico.
Controlan sus emociones, se sienten más seguros y son
más pacientes, alegres y compasivos.
En
Youtube encuentras buenos videos con relajaciones dirigidas. Elige bien, date ese regalo y
educa a niños y jóvenes para que lo aprovechen.
En
países como India, Tailandia, Vietnan, Camboya o Tíbet los niños meditan buen tiempo diario desde
pequeños y en general reflejan serenidad.
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