Si
alguien te dice que eres fuerte, o débil, o cualquier otra cosa, si desde niño
te vendieron un papel en esta película que es la vida… No te lo creas.
Seguramente
ese papel te funcionará porque desde pequeño aprendiste que siendo aquello que
te dijeron tu sentías que te querían y te aceptaban, veías sonrisas y hasta a
veces aplausos, pero si sigues representando ese papel, ese que tú no escogiste
para ti corres el riesgo de pasarte la vida sin ser tu mismo solo con el afán de
que te quieran, de sentirte aceptado.
Tal vez
a ti, como a mí, te dijeron que eras fuerte, que podías con todo y ahora te
pasas la vida escondiendo tus debilidades y seguramente avergonzándote de
ellas. Es probable que cuando tengas miedos, o dolor, cuando llores y te
sientas débil asocies la debilidad a algo de lo que hay que avergonzarse porque
te creíste tanto tu papel que ni siquiera admites tu parte débil, tu parte
humana. Entonces cuando la vida te de un golpe emocional te darás cuenta de que
perdiste tanto el contacto con tus emociones que no sabrás ni por dónde
empezar.
O si te dijeron que eras débil y tú te lo creíste tanto que
sigues todavía con ese papel sin darte cuenta de la fuerza que tienes dentro,
sin potenciar tus virtudes, tus cualidades porque te tragaste que no tienes la
suficiente fortaleza ni las suficientes cualidades, te estás perdiendo a ti
mismo. Te estás perdiendo
el riesgo de la vida, el riesgo de aprender, la alegría de de confiar en ti.
Te pueden haber vendido cualquier papel : el simpático ,que
siempre triunfa en las reuniones y que se encarga siempre de alegrarle la vida
a los demás cuando seguramente nadie acudirá a alegrar la suya en momentos
bajos simplemente porque eso no “encaja” en su papel. La mayoría de gente no sabe
nunca que hacer cuando alguien se sale del guión.
Y deberíamos salirnos del guión que nos han elegido y ser
capaces de elegir el nuestro: aquel que corresponde a como somos realmente.
Deberíamos buscar dentro de nosotros para encontrar exactamente como somos y
mostrarnos sin miedo a que no nos acepten, a que no nos quieran si enseñamos a
los demás la verdad, la verdad de ser nosotros mismos, porque si no lo hacemos,
si tardamos demasiado se nos pegara tanto a la piel el papel que nos asignaron
que será cada vez más difícil hallar el nuestro propio.
Y YO PIENSO QUE ES MUY TRISTE AGOTAR LA VIDA SIENDO OTRO.
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