Si
te sientes desilusionado con la vida, levántate y ponte a trabajar. Haz
algo útil, porque cuando estás ocupado estás haciendo la diferencia, y pronto
recuperarás tu fe en la vida.
Si
te sientes frustrado o enojado por algo, levántate y ponte a trabajar.
En poco tiempo, encontrarás tu cambio y la solución a tus problemas y
frustraciones y aparecerán nuevas oportunidades.
Si
te sientes cansado, detente y descansa por un rato, pero no por mucho tiempo.
A continuación, encomiéndate a Dios y ponte a trabajar en algo que sea
significativo en tu vida, y así obtendrás más energía para salir adelante.
Es
natural sentirse mal cuando tu no estás haciendo una contribución a la vida.
Procura hacer algo que
realmente importe.
No importa que tan joven o tan viejo estés o que tan
aliviado o tan enfermo te encuentres, si encuentras algo valioso para hacer, descubrirás nuevas
maneras de darle sentido a tu vida.
Si la
vida te está perturbando, levántate y ponte a trabajar. Con tu esfuerzo
marcarás la diferencia, y harás que tu vida sea inmensamente mejor.
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