Cada indecisión trae consigo sus propios retrasos y
se pierden días lamentando los días perdidos…
Comienza a hacer
todo aquello que puedes hacer o que te crees capaz de hacer ya que la audacia
entraña magia, poder y genialidad.
Cuántas veces hemos tenido que postergar aquello
que tanto hemos querido hacer?, aquello que nos hemos planteado una y otra vez,
que hemos comenzado y dejado nuevamente, que hemos iniciado con la esperanza de
poder terminar o sencillamente aquello que siempre hemos deseado, pero nunca
nos hemos atrevido a hacer.
Vivimos atados al tiempo, el tiempo apresa nuestra
mente, limita nuestro espacio y muchos de nuestros sueños solo los vemos
posibles de realizar ajustados a un tiempo, a una situación temporal que nos
amarra y esta idea de hacer todo en su justo momento, en muchas oportunidades ocasiona que
dejemos a un lado nuestras metas, bien sea porque no es el momento, porque no
nos sentimos preparados, porque debemos dedicarnos a los hijos, porque debemos
formar un matrimonio o porque sencillamente la profesión o el trabajo nos
ocupa.
Haríamos muchas cosas si creyéramos que son muchas
menos las imposibles.
Nunca nos parece que es el momento indicado y
siempre hay algo muy dentro de nuestro corazón, muy dentro de nuestra vida que
alguna vez quisimos hacer y lo hicimos a un lado.
Lo importante no radica en lo que no hicimos, la virtud está en atrevernos a aprovechar
cada instante de nuestra vida, especialmente si sumamos a lo que hacemos normalmente,
aquel deseo, aquella actividad, ese sueño que tuvimos y que simplemente apartamos para hacer cualquier
otra cosa.
No es justo para nuestra maravillosa existencia, no
darnos la oportunidad de manifestar nuestra capacidad. Seguramente cumplimos con miles de tareas,
oficios y responsabilidades y siempre vamos a tener algún argumento que
justifique el porqué no pudimos hacer eso que tanto quisimos, y no
necesariamente se trate de cosas
trascendentales como estudios, viajes, vivir en otro país, también aplica para
cosas sencillas, ese libro que nunca leíste, esa llamada que nunca hiciste, esa
persona que nunca abrazaste, ese dulce que nunca te comiste… cosas simples y sencillas que
siempre quisimos hacer, date el gusto!
No es lo que has hecho, sino lo que no has hecho,
lo que te causará congoja al caer el sol.
Nunca es tarde, la voluntad es parte importante en
llevar a cabo cualquier sueño, el tiempo que creemos un límite puede
convertirse en un aliado y lo más importante es que todo aquello a lo que le
dedicaremos menos tiempo por estar atendiendo nuestro sueño, terminará
beneficiado, porque seremos
personas más plenas, más satisfechas con nosotros mismos y además seguras y
plenamente convencidas de que el tiempo brinda experiencia, la experiencia se
hace consciencia y no hay
nada que con consciencia plena no pueda brillar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios