Nuestro
cuerpo funciona como una máquina, la cual realiza una infinidad de acciones a
lo largo de día, la cual es tan compleja que es difícil imaginarnos
completamente su funcionamiento.
Los seres humanos tenemos un funcionamiento orgánico y
físico complejo que todavía los médicos e investigadores no comprenden en su
totalidad.
Del entorno en que vivimos debemos obtener sustancias que
nuestras células requieren, para su regeneración y la producción de otros
productos. Las sustancias que requerimos se obtienen en su mayoría de las veces
de los alimentos consumidos.
Los
alimentos son procesados a través del proceso digestivo permitiendo descomponer
los mismos hasta partículas que pueden ser absorbidas, pasando a la sangre.
La alimentación de una persona es un factor vital en su
salud, tanto siendo un factor protector o aportar sustancias nocivas.
Es fundamental tomar en cuenta esta situación para lograr
que la alimentación ocupe un lugar destacado a la hora de elegir que productos
consumir y en que condiciones. Los mismos aportarán sustancias que ingresarán a
nuestro cuerpo, situación que no puede ser controlada luego de ser consumido.
Existen
enfermedades que se vinculan directamente por contaminación de alimentos o
sustancias que contienen y producen un daño sobre algunos órganos o tejidos.
Existen numerosas posibilidades de intoxicaciones especialmente con alimentos
en mal estado o que no sean bien procesados.
Para evitar enfermedades se debe llevar una alimentación
saludable, existiendo múltiples recomendaciones que son fáciles de implementar.
Algunas de ellas consisten:
Evitar
los alimentos muy procesados, prefiriendo aquellos de origen natural.
Las huertas que utilicen abonos ecológicos y naturales
son mejores opciones que las que utilizan pesticidas, que son sustancias
químicas que aumentan la incidencia de algunos tipos de cáncer.
Disminuir los alimentos que tienen colorantes,
saborizantes u otros productos químicos agregados. Es preferible que un alimento tenga un peor
aspecto en lugar de que contenga una sustancia química extra para mejorar su
apariencia.
Cultivar nuestras propias frutas y verduras es una
excelente opción si disponemos del lugar y el tiempo para dedicarle a la tarea.
Aumentar
el consumo de frutas y verduras que contienen sustancias antioxidantes,
combatiendo los residuos propios del funcionamiento del organismo.
Cambiar
la alimentación actual
Para las personas cambiar no resulta fácil nunca, este
precepto nos permite comprender las dificultades que implican la modificación
de hábitos completamente adquiridos, como es el caso de la alimentación. Por
esta razón, se recomienda comenzar con modificaciones pequeñas de forma
individual, para luego contagiar a nuestros entornos, tanto familia, amigos
como compañeros de estudio o trabajo.
Tomar
conciencia de cada cambio, por mínimo que parezca permite visualizar pequeños
pasos logrados, que logran mayor motivación y van potenciando los
resultados. Ir agregando productos naturales, preferir aquellos de cultivo
ecológico, evitar los productos artificiales son primeras estrategias que
posibilitarán un cambio mayor en el futuro cercano.
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