La palabra japonesa
kaizen me encanta, significa mejoramiento continuo y es un reto existencial y
laboral.
La meta es pulirnos cada día, avanzar y ser fieles a un
compromiso de optimización.
En una empresa japonesa
exitosa, los trabajadores logran ese kaizen con estas prácticas:
Un compromiso de anticiparse y responder a las necesidades del
cliente, más allá de lo que él espera.
Actuar con honestidad,
confianza, profundo respeto y propiciar una comunicación empática y
constructiva.
Adaptarse a un trabajo de equipo con flexibilidad, sencillez y
espíritu solidario.
Ser creativos y tener una mente abierta para aprender,
desaprender y cambiar.
Ser responsables, tomar
riesgos y divertirse.
Alégrate si sientes
deseos de mejorar el mundo y sabes que la clave está en mejorarte a ti mismo
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