No puedes
obligar a otras personas a hacer lo correcto. Lo que si puedes hacer, es para
animarlos a hacerlo.
Si amenazas o intimidas obtendrás resentimiento y malos
resultados. Cuando asumes y esperas lo peor de los demás, que es muy probable que
lo consigas.
Debes
esperar lo mejor y ofrecer oportunidades a los demás para que se les cumplan sus
expectativas, así la gente preferirá hacer lo que es mejor para todos.
Casi todo el mundo responde positivamente a estímulos
positivos. Permite que los
demás sepan de forma clara, precisa y en términos positivos, lo que esperas de
ellos, y hacerles saber que tu tienes fe en que van a cumplir con esas
expectativas.
En
vez de buscar maneras de controlar, busca oportunidades para ayudar y animar.
En lugar de dialogar, busca construir relaciones
duraderas.
Ofrece
a los demás el aliento y la motivación para hacer lo correcto, lo que es bueno,
lo que es valioso y positivo. Espera lo mejor, apoya a los demás, y lo
más probable es que algo bueno suceda.
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