En una
familia feliz, lo primero y más importante es que aprendemos a escuchar, a
perdonar, a elogiar y a regocijarnos por el éxito de los demás; en ella podemos
aprender a controlar nuestro egoísmo, a trabajar, a arrepentirnos y a amar.
Es en la familia donde sentamos las bases de nuestro
carácter y donde aprendemos el significado de amar.
Siempre que se presente un problema en tu familia intenta
arreglarlo entre todos con respeto y mucho AMOR.
La
familia es nuestro mayor tesoro.
Si usamos el amor, siempre aparecerán palabras en la
conversación como comprensión, respeto, aguante etc y eso hará que tengamos
ganas de arreglar el problema y no de hacerlo aún mayor.
El amor
ha de ponerse en práctica a diario en la familia, con los amigos, con los
conocidos y también con tus enemigos, si los tienes.
Cuanto más se practique, mejor saldrán las cosas y llegará un momento en el
que siempre veas las soluciones a los posibles problemas.
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